Por José Enrique Sanz

¿Se puede llamar soledad, cuando es buscada, es deseada?

No, es únicamente que solo deseas tu propia compañía, no es soledad si con quién estas es contigo.

Somos animales sociales y difícilmente se entiende que se elija estar solo, sin más, es como ir contracorriente, pero desde luego es una opción válida.

Es parte de un bagaje personal, de tu propia decisión, una decisión vital y consciente.

Y sucede que de pronto, sin avisar, llega una pandemia, que comienza a miles de kilómetros, pero que inexorablemente se acerca, ya está aquí, ya es parte de nuestra vida.

De un día para otro, nuestras rutinas se ven alteradas, mejor…. se ven finiquitadas.

Dejamos de salir, de caminar y en algunos casos de acudir al gimnasio o a la piscina, esas recientes rutinas que daban un cierto sentido de novedad a nuestra existencia.

De vitalidad renovada, porque aún estamos bien de forma y así queremos, necesitamos continuar.

Pero no podemos olvidar, tenemos la edad que tenemos, por tanto la experiencia de años de ventilar con todo tipo de problemas, y de salir airosos, o no.

No hemos llegado hasta aquí, para dejarnos vencer por un minúsculo bicho, que algún día será recuerdo, malo….., pero recuerdo al fin y al cabo.

Yo os animo a pausar que no abandonar, con la seguridad que saldremos victoriosos a este nuevo desafío.

Actitud.