Por Retiro Forzoso
Yo no quiero que me des jabón
me lo debo dar yo
y , si antes te decía que no te lavaras las manos, que asumieras tu responsabilidad,
ahora te digo, lávalas con toda firmeza y solidaria seguridad.
Sé que somos sociales,
que nos gusta y disfrutamos en la terraza, en el evento y siempre que sales
pero, compatriota, hoy tienes que, para defenderte y defendernos,
meterte en tu refugio porque ataca el enemigo peor,
ese coronavirus; tu hogar será el búnker seguro
donde le hagas frente al que invade tu organismo y trae luto.
No toques ni te toques,
al hacerlo lo propagas o lo coges
a ese maldito que viaja sin tener que pagar billete
pero puede llevarnos y acompañarnos al último viaje si no te defiendes.
Guarda tu espacio vital,
por tu personal seguridad
y la del resto de la humanidad.
Comprendo que la primavera es bonita
y gusta en la calle , en parques y jardines vivirla
pero no importa perder unas semanas de una estación tan bella,
si con ello aseguramos de veras
muchísimas y grandiosas primaveras.
Los abrazos y besos
déjalos para cuando festejemos
nuestra segura y merecida victoria
que grandioso es decir : Vivamos la vida!
aunque hayamos estado sometidos a esta dura penitencia
de, en esta Cuaresma, vivir en el encierro
si con ello desterramos al que con nosotros quiere someternos
a la más penosa abstinencia de privarnos de la fiesta
pero puede quitarnos una,
pero que sepa, ese coronavirus, que viviremos muchas
porque él será eliminado con el calor
de los que sabemos resistir y aguantar con energía y valor.
En la masa , maldito virus, te haces fuerte, cual cobarde
pero, en la lucha cuerpo a cuerpo, pierdes el combate
porque eres un invisible y ladino enemigo
que, cual demonio , nos tientas y pones a prueba sin ser Cristos
aunque saldremos del Huerto de los Olivos pero, vivos
y, lo que es más importante, fortalecidos socialmente y, para siempre unidos.