Por Librada Recover Marín

Son muchas veces las que recuerdo, yo en un rincón de la habitación, escondida, viendo a mi madre llorar, yo también lloraba, se habían llevado a mi padre al frente, era la guerra, 1938, llevábamos ya dos años de guerra.

Yo fui una niña muy retraída, poco espontánea, acostumbrada a esconderme de los demás niños porque se burlaban de mí. Yo estaba muy coja, con 16 meses me dio la polio “parálisis infantil” y se me quedó el pie torcido y más pequeño, andaba de puntillas y sacaba el culo grotescamente. Era la burla de los niños y no tan niños, y en medio de todo eso, no se dan cuenta si alguien sufre.

Me acostumbré a las burlas y hoy las recuerdo. Todavía me duelen, pero no de la misma forma.

Ahora he llegado a mayor y estoy sola, pero no me siento sola si recuerdo mi historia y ahora tengo mucho tiempo para recordar y he decidido escribir sobre ellos.

Ahora que veo las noticias…Recuerdo…Recuerdo…

Que yo nací en muy mala época y mala hora, estaba destinada a que me diera la polio y viviera toda la guerra y posguerra, con todas sus miserias y muy pocas alegrías.

Mi madre me decía que yo lloraba antes de nacer, no sé si es verdad, pero ella decía que por eso era una niña con gracia y privilegios, pero a lo largo de mi vida no he visto gracias ni privilegios. El caso es que soy la segunda de siete hermanos, unos nacieron en la guerra y otros nada más terminar. Yo estaba en el colegio, tenía 7 años, me estaban preparando para hacer la comunión, pero un día de un mes del 36 se fue todo a la mierda, podía ser más fina y decir al garete, pero no, se fue a la mierda. Nos cambió a todos el destino, sobre todo a los más pequeños. Me hubiera gustado estudiar con mi hermano pequeño, pero la guerra cambió nuestras vidas totalmente y no éramos conscientes.

Al principio te asustas, luego te acostumbras y con el tiempo tomas como rutina las cosas graves

Los primeros días, la casa donde vivíamos la ametrallaban con una avioneta, pasaban una vez y otra tirando ráfagas, nosotros los niños, cada vez que se retiraba la avioneta corríamos al centro del patio a coger los casquillos de las balas, luego nos escondíamos de nuevo y nos peleábamos por ver quién cogía más casquillos.

La casa la tiroteaban porque el dueño era un terrateniente o un cacique del pueblo y creían que vivía allí. Luego nos echaron de la casa porque la iban a bombardear y nos refugiamos en una cueva de unos amigos, hasta que pudimos volver a casa.



Iniciativa enmarcada en el Proyecto de acompañamiento a la integración social de personas mayores que se sienten solas